Mi primer coche

¡Llego la hora de comprar mi primer coche!

Ya estamos aquí con un tema clave para los nuevos conductores Dakar y para los que están interesados en comprar un vehículo de segunda mano.Todos hemos esperado a tener los 18 años para sacar el carnet, y después a ahorrar para comprar nuestro primer cochecito, cuando llega el momento puede que nos salga rana.

Pues bien, con este artículo queremos dar algo de luz a este trámite en ocasiones vertiginoso. En tiempos de “incertidumbre económica” no solo nuestros incipientes conductores puede que se lancen a la compra de segunda mano, la población en general ve el vehículo de ocasión como una oportunidad de no invertir una gran cantidad de dinero. Pero tanto a unos como a otros nos da reparo por el miedo a que nos den gato por libre. Y es que en torno al 35% de los coches vendidos en España están “amañados”. Pero antes de continuar y para trasmitir algo de tranquilidad queremos deciros que, por ley, la compra de un vehículo de segunda mano está cubierta por una garantía de 6 meses.

Puntos clave antes de cerrar la compra.

Vamos a repasar los puntos clave para tener en cuenta antes de lanzarse a la aventura:

En primer lugar, el kilometraje medio de un vehículo al año (obviando evidentemente el año de pandemia) es entre 15.000 y 22.000 kilómetros, con lo que una cifra muy alejada de esta ya nos debe hacer sospechar. Otro punto que nos debe encender las alarmas es el precio, debéis tener cuidado con los “chollos” y es que a quien no le ha pasado en conversación con los colegas, el comentario de alguno “esto lo compre por cuatro perras”, pues bien, eso para echarse faroles con los colegas, os lo dice una que nunca encuentra chollos. Y es que, debéis desconfiar de un precio claramente inferior al de modelos y épocas similares. Por último y antes de meternos de lleno con los consejos en lo que a la revisión del vehículo en si se refiere, también es muy recomendable conocer el historial del coche, algunos vendedores guardan facturas de revisiones y reparaciones que nos pueden orientar y certificar que ha recibido los cuidados pertinentes. A su vez, solicitar a la DGT un informe del vehículo, nos asegurara que no exista sobre él, alguna carga pendiente. Lo que trato de deciros es que debemos evitar sorpresas de última hora. Dicho esto, vamos a separar nuestra “revisión particular“ en 3 apartados: exterior del vehículo, interior y mecánica.

  • Exterior del vehículo:

Dedícale un tiempo a revisar la carrocería, busca sobre todo manchas de óxido que con el tiempo si no se tratan acaban en corrosión pudiendo comerse el propio metal del coche. Repasa abolladuras, arañazos y fíjate en la pintura. En ocasiones, las reparaciones por zonas se pueden apreciar, ya que lograr que quede uniforme es complicado. Observa espacios entre puertas que puedan orientarnos hacia algún accidente previo que haya afectado al chasis. Para ello abre y cierra puertas y revisa sus gomas.

No siempre es posible, pero si podéis sería interesante que subáis el vehículo a un gato hidráulico para echar un ojo a los bajos, ver la suspensión y golpes y/o arañazos en las protecciones, que también os hablaran de la vida del vehículo.

  • Interior del vehículo:

En interior es algo que nos preocupa mucho a los nuevos compradores, la tapicería, el suelo y los acabados, sobre todo, pero ¡ojo! hay unos elementos más importantes que otros. Empezare por estos entonces; revisar bien cinturones de seguridad que, aunque son comprobados en las ITV, no está de más que le deis un buen tirón cuando este insertado en su cierre. El volante de la dirección es un elemento que no le damos importancia y debemos valorar con su movimiento en parado que no tenga holguras. Igual sucede con la caja de cambios, será fácil apreciar si tiene holgura o no. Comprobar también el funcionamiento de las luces y el limpiaparabrisas.

Una vez revisados esos puntos podéis pasar a los acabados, comprobar que funcionen bien a través de sus teclas (luces de emergencia, climatización…), deteneros un tiempo en los asientos, no solo en su tapicería, me refiero al que será vuestro asiento, ¡el que lleváis ansiando tanto tiempo! Comprobad que no tenga holgura, que el respaldo se incline correctamente y que el reposacabezas se mueva para una correcta regulación. Recordad, lo que os decimos en las clases teóricas, la tan importante seguridad pasiva, la que os puede salvar la vida una vez producido el accidente.

Por último, lo menos importante del interior podríamos decir que son las alfombrillas y el interior del maletero, pero en realidad lo importante a revisar en ambos no son las alfombrillas en sí, sino el estado del suelo. Levantad las alfombrillas y ojear el suelo, un vehículo con muchos años puede mostrar corrosión incluso con la moqueta.

  • Mecánica:

Vamos a un punto en el que no todos tenemos porque ser unos entendidos, pero si es así, tirad de algún colega o sino directamente de un mecánico porque hay averías muy costosas y como dice el refrán, “más vale pagar una pequeña revisión que una correa de la distribución”.

Dicho esto, debéis comprobar si existen señales de fuga de aceite de la culata sobre el bloque motor, en los depósitos de líquidos o en los manguitos de refrigeración. Revisar los amortiguadores, para ello debéis presionar sobre cada una de sus ruedas en vertical, no debe estar blanda, ni el vehículo debe hacer rebotes. Otros aspectos de la amortiguación os los mencionaré al final del artículo cuando ya estéis en marcha.

Muy importante el estado de los neumáticos, fijaros bien en su desgaste, recordad de nuevo las clases teóricas, que no haya desgate en la banda de rodadura, o un desgaste en los flancos. Y revisad también su fecha de caducidad.

Por último, llego el gran momento, ¡la comprobación en marcha! Al arrancar, escuchar el ruido del motor que no haya vibraciones ni ruidos extraños. Una vez en marcha, una manera de comprobar la amortiguación como os decía, es en la aceleración y en la frenada, viendo la inclinación o elevación del morro en su caso. Aprovechando la ocasión fijaros bien en el funcionamiento del sistema de frenado, comprobar que no hay vibraciones ni ruidos al pisar el pedal, os hablará de los discos y las pastillas. A su vez, fijaros que el pedal no baje mucho al presionarlo, lo cual indicaría poca presión en el circuito.

Con esto, hemos llegado al final del artículo, el cual esperamos que os sea útil llegado el momento. Queremos recordar que vosotros los compradores tenéis 30 días para hacer el cambio de titularidad desde la firma del contrato.

Hablamos pronto, mientras, nos vemos en la carretera.

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